
¿Cómo dejamos que alguien se marche? ¿Cómo sabemos que eso está bien, que todo cambia? ¿Cómo encontramos la forma de sentirnos a gusto en la vida sin que se nos parta el corazón?

Lo más difícil que podemos aprender, es a decir adiós.

Hay muchas formas de quererse. Pero la de ellos era especial.
Un amor puro, increíble, alucinante. Un amor especial como hay pocos. Y ellos lo sabían.
Todos los enamorados del mundo creen que su amor es único y distinto, pero el de ellos si lo era. Estaban hechos el uno para el otro, se tenían y deseaban fundirse en uno solo.
Cuando estaban juntos el tiempo se aceleraba, y cuando estaban separados se hacía eterno.
Cada beso, cada caricia, era un puro sentimiento desnudo. Podían pasarse horas mirándose a los ojos y nada más, pero cuando se acariciaban, se besaban. No habia palabrass para describir esa emocion.

No necesito ser la primera, sólo la última.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni dónde. Te amo directamente sin problemas ni orgullo.
Te amo así porque no sé hacerlo de otra manera.